30 de julio de 2009

Ellos y Nosotros

El otro día, en Facebook, vi que un amigo quilmeño está dedicándose a la política. Bien, me dije. Además, por lo poco que llegué a leer, se encolumna detrás del Sabatella o por ese lado; digamos, una posición crítico-constructivista. Bien, me dije. Es bueno que la gente se comprometa, aunque más no sea opinando. No son tiempos para pedir héroes ni mártires ni mucho menos mecenas que nos banquen un activismo político (Preguntale al PO).
La cuestión es que este amigo publicó lo siguiente:

La situacion por la que pasamos los argentinos podria resumirse asi: Es un partido de futbol de corruptos contra ciudadanos comunes. Los ciudadanos comunes se quejan pero no participan, no corren, no se organizan. Los corruptos tienen entonces la cancha toda para ellos, corren, hacen goles, se organizan. Eso es lo que logra la gente que critica y no se compromete. Si no haces nada, la critica pierde validez.


En general el tono de la arenga me parece correcto, incitando a la participación. Modesta, local, una participación aunque más no sea a través de la opinión en el reducido círculo de las amistades. Hasta ahí todo coincidencia.

Pero quería objetar esa parte del texto donde parece separar a los corruptos de los ciudadanos comunes. Los corruptos SON ciudadanos comunes; los ciudadanos comunes SON corruptos. Los políticos, el gobierno, los corruptos, no son extraterrestres que llegaron del espacio exterior a sojuzgarnos; son una manifestación visible de nosotros mismos. En segundo lugar, tampoco creo del todo en eso de que si no hacés nada la crítica pierde validez. Digamos, no es lo mismo que yo diga que los porteños son todos unos sucios descuidados y que las calles son un asco, mientras tiro el papel de mi chocolatín a la vereda (en este caso es cierto que la crítica no tiene validez, pero no por inacción justamente). Ahora si yo tiro mi papelito a la basura como corresponde, y objeto que los demás son todos unos mugrientos, no es necesario que me ponga a levantar uno por uno los papelitos de los demás para validar mi crítica. De todas maneras, creo que es una cuestión de sentido común, más que de santidad absoluta.

29 de julio de 2009

De las aves que vuelan me gusta el chancho

Y de las que caminan... el chancho, también.
De las que se comen, crudo o costillita, si es carré no me enojo, el chancho de nuevo.
Que chancho.
Con su pasito corto el chancho cruza la laguna.
Hete aquí las caminatas, con musiquita ad hoc (para vos, que decís que porque digo "escaparate" hablo raro)







Veo en el futuro los siguientes trayectos:

San Clemente del Tuyú - Nueva Atlantis (por la playa)
Marcos Paz - Lobos (por la vía)
Sierra de la Ventana - Tornquist (por la ruta, con escalada)

Barrunto también un ruta de los siete lagos, algún san luis, algún córdoba.

21 de julio de 2009

7 de julio de 2009

Extraño, Eugenio

En estos días de la gripe del cerdo(*), quizás por una subconsciente asociación de ideas, me dio por agarrar el libro de Matt Ridley "Genoma" y releer, en particular los capítulos que hablan de la ECJ y su (posible) relación con la Encefalopatía Espongiforme Bovina (vaca loca), y de la Eugenesia.
La descripción de la problemática social de la Inglaterra del fines del siglo XIX y principios del XX, y sobre todo la lectura de lo que se decía en ese momento, deja una sensación de irrealidad, de "posible pero no probable" (remachando con el tema), de que algo se ha perdido en la traducción. Los cambios culturales, ¿pueden haber sido tan drásticos desde 1930 hasta hoy? No hace falta ahondar mucho para llegar a la conclusión de que si. Imaginen un mundo sin interné y sin celular: parece casi imposible, sin embargo yo les juro que viví la mitad de mi vida asi y era casi lo mismo que ahora (sólo que sin interné ni celular). La sensación de irrealidad se parece a la que uno tiene leyendo 1984 o Un mundo feliz. Se entiende el argumento, las personas parecen personas, la situación está claramente planteada... pero unos sabe que es ficción y que "no puede ser". Sin embargo aquel 1930 estaba mucho más cerca de 1984 que de nosotros. Leer sobre "mejora de la especie", detalladas clasificaciones entre "estúpidos, imbéciles y débiles mentales", planes estatales apoyados por la izquierda para la mejora de la clase obrera, planes estatales apoyados por la derecha bienpensante para evitar que los pobres se reproduzcan más de los ricos, etc, lo dejan a uno con la sensación de que la humanidad ha estado, o pero, está todavía, al borde del colapso final. La pregunta es de que lado. Tampoco es cuestión de ponerse cataclísmico; simplemente me cuesta conciliar esto con la idea de progreso que tengo. Se trataba de tipos informados, de gente que




(*) estoy siendo sarcástico.

6 de julio de 2009

Influencia



Puedo ver y decir,
Puedo ver y decir y sentir:
Algo ha cambiado.
Para mí no es extraño.
Yo no voy a correr,
Yo no voy a correr ni a escapar
De mi destino,
Yo pienso en peligro.

Si fue hecho para mí
Lo tengo que saber.
Pero es muy difícil ver,
Si algo controla mi ser.

En el fondo de mí,
En el fondo de mí veo temor
Y veo sospechas
Con mi fascinación nueva.
Yo no sé bien qué es,
Yo no sé bien que es,
Vos dirás: "son intuiciones"
Verdaderas alertas.

Debo confiar en mí,
Lo tengo que saber.
Pero es muy difícil ver,
Si algo controla mi ser.
Puedo ver y decir y sentir
Mi mente dormir
Bajo tu influencia.

Una parte de mi,
Una parte de mi dice: -stop!,
Fuiste muy lejos,
No puedo contenerlo.
Trato de resistir,
Trato de resistir
Y al final no es un problema.
Que placer esta pena.

Si yo fuera otro ser
No lo podría entender.
Pero es tan difícil ver,
Si algo controla mi ser.
Puedo ver y sentir y decir:
Mi vida dormir,
Sera por tu influencia.
Esta extraña influencia!


Tiene cierto tufillo premonitorio, no digan que no.
El contexto es el sentido. (Esto si no lo dijo Marshall McLuhan debería haberlo dicho)

3 de julio de 2009

Probable, posible


Imaginemos (Gedankenversuch) un recipiente que contiene mil trillones de bolitas (1.000.000.000.000.000.000.000), todas ellas blancas, y una sola negra. Imaginemos también una máquina, un dispositivo, que extrae una bolita al azar del recipiente. ¿Cuál es la probabiliad de extraer la bolita negra? Cualquier niño de primer grado responderá, confiado, "una en mil trillones", lo cual es casi lo mismo que decir, "cero".
Dejemos ahora la máquina funcionando. La máquina saca una bolita a cada rato. Tengamos en cuenta que cada vez que sale una bolita blanca, se vuelve a meter en el recipiente y se mezcla todo nuevamente. Tenemos todo el tiempo del mundo. Nos vamos. Volvemos cada tanto a mirar el resultado. Tengamos también en cuenta que la máquina se detiene al extraer la bolita negra. Han pasado unos cuantos millones de años. Miremos: nada. Nos vamos. Volvemos dentro de mil millones de años. Volvemos: ¡sorpresa! ¡Hay una bolita negra! Preguntamos nuevamente, ¿cuál es la probabilidad de extraer la bolita negra? "una en mil trillones". ¿Y la probabilidad de haberla extraído?