5 de abril de 2006
[archivo] Estética y el conjunto de Cantor en la filosofía
"Amor y conocimiento, poco más hay en la vida", citando -incorrectamente- a Manuel Mandeb, que a su vez es una creación, o un aspecto, de Dolina, que habrá tomado la idea de vaya a saber quien. Siento un leve gusto rancio, por tantas manos ha pasado ésta moneda. Pero estuve leyendo el libro "Arte, mente y cerebro" de Howard Gardner (¡cómo resistirse a un título así!). Recién lo empiezo, apenas habré leído 80 o 90 páginas. Machacando sobre la idea del desgaste de ideas no originales, el mismísimo Howard reconoce la influencia de sus maestros, a los que cita, analiza y critica -en el buen sentido de la palabra- en los diversos capítulos. Piaget y Chomsky son los dos primeros, como para arrancar light. El intento, encomiable, es analizar desde una postura "científica" temas escabrosos como la creatividad y los sentimientos. Pero la cuestión es que la lectura me ha hecho reflexionar sobre la existencia de un tercer factor, que por utilizar una etiqueta simplista llamaremos estética. Tenemos entonces Amor, representando en éstas módicas cuatro letras a todo el conjunto, odio, angustia, esperanza, desilusión, amargura, alegría, y un sinfín más. Conocimiento, es decir las facultades cognitivas de la mente, en el enfoque reduccionista clásico, la capacidad de abstracción, las ciencias duras, la lógica formal, las matemáticas. Y Estética, lo Bello, lo Correcto, el momento, la apreciación, la afortunada coincidencia y la exquisita e infinita diversidad. ¿Son la Moral y la Ética pertenecientes al dominio de la Estética o del Conocimiento?. Estos aspectos no son excluyentes, y asi uno puede considerar un teorema matemático y encontrarlo bello, o leer un libro, reconocer que está técnicamente bien escrito, pero encontrar desagradable el mensaje y odiar al autor por razones incluso extraliterarias. ¡Analizame, ésta! Pero la vida misma, la realidad, no es ni Amor, ni Conocimiento, ni Estética, todo intento de barnizar el caos que nos rodea con conceptos emanados de nuestra mente es sólo eso, sacar fosforitos de la pila para dejar únicamente los que queremos ver, formando la figura que se nos cante. Ahora, ¿está mal esto? Yo creo que no. Que es la consecuencia inevitable de nuestra constitución genética como seres humanos, de nuestra evolución biológica y cultural a lo largo de miles de años, de nuestra decisión personal y consciente. Ok, estoy siendo generoso con el pronombre "nuestra". Pero debemos cuidarnos de los excesos, porque si desmenuzamos cada faceta de nuestra existencia, siempre habrá un análisis posterior para realizar, siempre habrá un simplificación o una generalización, y en cada etapa, iremos dejando fuera una parte del todo, y al final nos pasará como el conjunto de Cantor, creeremos tener todo, y no tendremos nada. De vez en cuando, está bueno tirarse en el pasto y mirar un poco las nubes, sentir el fresco de la brisa en el cuerpo, y volver a ver la recta completa.
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