7 de septiembre de 2011

Under the Dome

Algo pasa con el libro. O quizás conmigo. No es que no esté bien: tiene todos los ingredientes stephenkingsianos que uno esperaría, una prosa dicharachera y llevadera, la historia está buena, los personajes como siempre magistralmente llevados al punto que uno cree conocerlos como amigos de toda la vida, el elemento sorpresa y la tensión que te lleva de punta a punta del libro. Pero algo. No sé. Quizás, como una especie de factor Fito Paez, que a esta altura del partido toca y canta como una especie de parodia de sí mismo, a esta altura del partido el tipo no puede evitar escribir sin afanarse un poco. Es más: por momentos me agarra la duda si el libro lo escribió el mismísimo Stephen King o en cambio S.K. Incorporated, una especie de factoría literaria que saca libros como chorizos manteniendo el estilo de la franquicia - dicen las malas lenguas que eso viene ocurriendo ya desde hace varios años. O seré yo que ahora leo de otra manera. Pero sin embargo no, porque la relectura de un Tommyknockers o un The Stand o It! qué groso, vuelven a tener casi el mismo gusto que la primera vez. Ya me conozco la historia y las anécdotas y los personajes y las vueltas de tuerca y las historias paralelas y concomitantes de memoria y sin embargo se bancan una relectura sin problemas, al contrario. Y la frutilla del postre agrio, me chocó miserablemente, en Under the Dome, el uso de la palabra "lackadaisically", no porque no la conociera (la conocia) ni porque su significado no se dedujera del contexto (se deducía) ni porque haberla buscado en el Webster no hubiera confirmado lo que sabía (lo confirmó), si no porque es una palabra horrible y además, perdoname que te diga Stephen, indigna de un libro tuyo, y muy bien habías hecho hasta acá en no haberla usado nunca. Apareció una vez en referencia a un ocaso y dije bueh, de vez en cuando un error de juicio estético cualquiera lo tiene; la encontré unas páginas más adelante y no pude reprimir un fruncimiento de labios, a la tercera vez ya protestaba en voz alta. En definitiva el libro se termina y me quedé con más bronca y resentimiento que disfrute por haberlo leído, y ahora que lo estoy releyendo aunque voy prevenido me la encuentro y puteo, me acerco al final (voy por la página 706) y meta chasquear la lengua, no hay caso che, no me va y no me va. Espero mejor a que salga la película y no me hago más mala sangre.