17 de agosto de 2011

La causa contra las lámparas de bajo consumo

Como en todos los órdenes de la vida, desde la taxonomía hasta la política, para cada posición existen defensores y detractores. El ciudadano de a pie se encuentra a menudo en la situación de tener que escuchar argumentos, esgrimidos a veces a los gritos, por ambas partes, que suenan igual de razonables. ¿Cómo se pone uno en situación de tomar partido? Primero aclaremos esta cuestión: ¿Hay que tomar partido y tener una posición tomada en todas y cada una de las cuestiones de la vida? Respuesta: sí. Prosigamos.
Realmente no sé cual habrá sido el real motivo impulsor de la desaparición de la lámpara de filamento, la vieja y querida bombilla común. ¡Y que luego hable de proscripción el PO! El motivo evidente y visible por supuesto es el ecológico: la lámpara de bajo consumo bueh, como su nombre lo indica, consume menos, por lo tanto hace falta talar menos hectáreas de Amazonas por día para mantenerla encendida. Analicemos entonces primero la cuestión con esa misma vara. Nos muestran una de las nuevas de 12W y nos aseguran que alumbra lo mismo que una de 60W. ¡Un quinto de consumo eléctrico para la misma cantidad de luz! Contra semejante diferencia no habria nada que debatir. Pero la eficiencia no es sólo el consumo, hay otros factores a tener en cuenta. El primero, el costo. A precios de supermercado de hoy la lámpara de bajo consumo ronda los 20$ (y a veces más) contra un par de $ la común. Para que sea amortizable debería tener una vida útil diez veces mayor. Es probable que el tubo fluorescente en sí mismo dure diez veces lo que un filamento; pero la experiencia personal me indica que lo que suele fallar en las lámparas de bajo consumo no es el tubo si no la electrónica interna. Por si no vieron como está construida una lámpara de bajo consumo, detallo: tiene un culote que esconde un (relativamente complejo) circuito electrónico que trabaja en alta frecuencia, con un pequeño transformador, que luego alimenta el tubo fluorescente en sí mismo. Ese circuito suele estar malamente diseñado y con componentes con tolerancias en el borde; es decir, propensos a fallas. Cómo se trata de una unidad sellada, la falla de un componente que vale centavos obliga a cambiar la lámpara completa a precio total. Acá viene otra cuestión: tanto para fabricarla, como para deshacerse de ella, una lámpara de bajo consumo es muchísimo menos ecológico que un inocente bulbo de vidrio con un alambre de tungsteno en su interior. Y por último está el asunto del "factor de potencia", es complejo de explicar sin entrar en arduas cuestiones referidas a la corriente alterna y el asunto de la fase cuando la carga es reactiva; para resumirlo digamos que un foco incandescente de 60W consume 60W y te cobran por 60W. Un bajo consumo de 12W consume 12W y te cobran por 12W (si tu medidor es fiable y está bien regulado) pero genera cargas adicionales y desfasajes sobre la línea de alimentación que "alguien" (normalmente, la empresa generadora y/o distribuidora) termina pagando a través de pérdidas en las redes que debe proratear en sus costos. Y todo esto sin entrar en la conspiranoia de que el polvo fluorescente que recubre el interior del tubo es cancerígeno así que si se te rompe una bajo consumo TE MORIS y esas cosas que le gustan a los yanquis. Y dejé para el final un asunto no menor como es el de la estética y el tipo de luz fría que dan esas lámparas, que a mi particularmente me resulta insoportable. Para poder ver igual de bien necesito ponerme un tubo fluorescente de lo grandes e iluminar todo como si fuera un quirófano y termino gastando más y con la vista y la cabeza quemada, cuando con un foquito de 60W estaba bárbaro.
Más datos, en inglés: http://sound.westhost.com/lamps/index.html

6 comentarios:

  1. Yo me las arreglo malamente con las de bajo consumo de luz cálida. Que son una poronga, con perdón de las porongas, pero sho con el espíritu madreterésico que me caracteriza las soportaba estoicamente porque creía estar contribuyendo ecológicamente al bien común (y porque ya no consigo lamparitas comunes), hasta ahora, que venís vos y me decís que no, que nada que ver, y que encima mis gatos mi hijo y yo nos vamos a agarrar un cáncer porque ya se me cayeron un par y se hicieron añicos antes nuestras propias narices!
    ¿Entonces? ¿Estamos mejor o peor que en la Edad Media? ¿Tengo acceso, acá en C.A.B.A., a alguna otra opción ecológica Y económica y no budista ni de prendimiento de fuego para iluminarme?

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  2. Estamos Peor.

    Para iluminarte podés probar las halógenas, el otro día me compré una Osram para ver que onda. ¡7 pesitos! ¡Epa, qué es, de oro, el filamento! Básicamente se las han ingeniado para sortear la proscripción envolviendo una lamparita halógena dentro de una cápsula de lámpara de filamento. La otra opción es instalar tubos fluorescentes clásicos, son más caros inicialmente pero luego solo se cambia el tubo o el arrancador, dos implementos relativamente baratos. Al ser más grandes producen una luz más difusa, yo personalmente los prefiero sobre todo para ambientes de lectura o trabajo.

    La bajo consumo la tengo atravesada desde la primera vez que la vi; me revienta que no alumbren una garcha, que cuando la prendés tarda en tomar su brillo pleno, que se caguen mucho más seguido que las supuestas sofocientas mil horas de vida útil que tenían, que para fabricarlas hagan falta un montón de sustancias y procesos totalmente anti-ecológicos.

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  3. 8 años te dura la bajo consumo, dicen. Argumentando con la anécdota, yo me compré una que duró 2 días y costó 25 pesos. Habrá estado prendida 10 minutos en total.

    Llamé a los de Phillips y a las 3 semanas me llegó una nueva por correo. Pero en el interín ¡qué ganas de 'tropezarme' en el supermercado contra la pila de lámparas Phillips!

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  4. Ves. La anécdota es la única manera de argumentar.

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  5. Yo compré una y me duró menos todavía. Quizás iluminó durante unos 30 segundos, hasta que se rompió cuando intenté forzarla a caber dentro del plafón.

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  6. Ah, si, ese es otro temita, el de la compatibilidad con los aparatos existentes... tampoco son compatibles con los reguladores electrónicos de intensidad.
    Lo dicho: todas ñañas y para atrás.

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